Respeto y Límites en el Fútbol

La delgada línea entre la competencia y la deportividad.

#ElGranDerbi

El fútbol, un deporte que une a millones de personas en todo el mundo, se encuentra en una encrucijada entre la competencia feroz y el respeto mutuo. Si bien la pasión y la rivalidad son inherentes al juego, es fundamental recordar que hay límites que no deben cruzarse en nombre del deporte.

El respeto es la piedra angular sobre la que debe construirse el fútbol. Respeto hacia los rivales, los compañeros de equipo, los árbitros y, sobre todo, hacia uno mismo. Sin embargo, en la búsqueda de la victoria a veces se pierde de vista este principio básico.

Los insultos, las provocaciones y la violencia tanto dentro como fuera del campo son claras violaciones de los límites del respeto. La discriminación racial, la homofobia y otros comportamientos intolerantes no tienen cabida en el fútbol ni en ningún otro lugar.

Pero, ¿cómo podemos mantener el equilibrio entre la competitividad y el respeto? La educación es clave. Desde las categorías inferiores hasta el más alto nivel profesional, es necesario inculcar valores de respeto y deportividad. Los entrenadores, los jugadores y los aficionados tienen la responsabilidad de promover un ambiente en el que el juego limpio sea la norma.

Además, las sanciones deben ser firmes y ejemplares. Los organismos rectores del fútbol deben tomar medidas enérgicas contra aquellos que transgredan los límites del respeto, enviando un mensaje claro de que tales comportamientos no serán tolerados.

En última instancia, el fútbol es mucho más que un juego. Es un reflejo de la sociedad en la que se juega, y como tal, debe ser un espacio donde el respeto y la igualdad reinen supremos. Solo entonces podremos disfrutar verdaderamente del hermoso juego en toda su grandeza.

Mañana tenemos una nueva oportunidad…

El fútbol de los niños felices…

El fútbol de los niños felices: una mirada al juego que va más allá de la competencia.

En un mundo donde la presión por el rendimiento y la competencia a menudo dominan el deporte, el fútbol infantil debería ser un refugio de alegría y desarrollo personal. Más allá de los marcadores y las victorias, el verdadero valor del fútbol para los niños radica en la diversión, el compañerismo y el aprendizaje de habilidades que van más allá del campo de juego.

El fútbol infantil es mucho más que solo patear un balón. Es una oportunidad para que los niños exploren su creatividad, trabajen en equipo y desarrollen habilidades sociales fundamentales. Cuando los entrenadores y los padres priorizan el bienestar emocional y físico de los niños sobre los resultados del partido, se crea un ambiente donde los pequeños pueden florecer tanto dentro como fuera del campo.

Es crucial fomentar una cultura que celebre el esfuerzo, la mejora personal y el respeto mutuo, en lugar de enfocarse exclusivamente en la victoria a cualquier costo. Cuando los niños juegan sin miedo al fracaso y con el apoyo incondicional de sus entrenadores y compañeros de equipo, experimentan una verdadera alegría por el juego.

El fútbol de los niños felices es aquel donde cada niño se siente valorado, donde se les anima a ser ellos mismos y donde se les enseña a enfrentar los desafíos con determinación y espíritu deportivo. Más allá de las competiciones y los trofeos, el mayor premio que pueden recibir es el amor por el juego y las amistades duraderas que se forman en el proceso.

En resumen, el fútbol de los niños felices es aquel que pone el bienestar y la diversión de los pequeños en el centro de atención. Al priorizar la alegría y el desarrollo personal sobre la competencia desmedida, creamos un ambiente donde cada niño puede crecer no solo como jugador, sino también como persona.

Benditos malabaristas.

Día a día del deporte de base

Se creen inmaculados, impolutos, proclamadores del bien, repartidores de doctrina , derrochadores de valores , salvaguardas de las esencias formativas. Cada semana son legión los que bajan jugadores del A al B, del B al C y a donde haga falta.

Lo hacen porque hay que ganar, ganar y ganar. Sientan a niños en el banquillo o directamente no los citan a sus partidos, porque prefieren a los de las “letras superiores”.

¿Qué discurso le darán a los que entrenan duro durante la semana y luego son marginados por los malabarismos de sus entrenadores y coordinadores? Cambian días de partido y horas las veces que haga falta, pues se creen estrategas del talento. Esperan hasta el último segundo de la medianoche para, por sorpresa, pulsar con zarpas la tecla que los eleva a los Olimpos de los escogidos.

¿Qué hacen en estos casos los padres y los directivos ante estos malabaristas de la confusión, educadores de ficción, ejecutores de trampas “legales”?

Probablemente en algunos casos incluso son aplaudidos, porque forman parte del mismo grupo de lo inmoral y posiblemente sean imitadores de muchos farsantes que ciertos sectores de la sociedad nos presentan como triunfadores.

Benditos malabaristas.

Frases de Entrenamiento.

Por Miguel Llorente (@LlorenteMiguel_)

1. Lo importante no es lo que les dices sino lo que les llega.

2. Ellos no son más importantes que tú. Tú no eres más importante que ellos.

3. Poder y autoridad no es lo mismo. El poder te viene dado, la autoridad hay que ganársela.

4. Cuenta una historia y ya estarás en la mitad del proceso para explicar una idea.

5. El miedo a la derrota es más poderoso que el deseo de victoria.

6. Si tratas de contentar a todos, no contentas a ninguno.

7. Hay tantos tratos como jugadores/as. Todos diferentes, nadie igual.

8. Mejor una idea mediocre y llevada a la acción, que una magnífica en eterna revisión.

9. No vendas el producto, vende el resultado.

10. Convence desde lo que llegarán a ser y no desde lo que no consiguieron alcanzar.

11. El porqué no funciona. Ayúdate del Para qué.

12. Crear curiosidad es la mejor manera de empezar a convencer desde el primer dia.

13. La acción nace del corazón, no de la cabeza.

¿Qué es GANAR?

Highlands School Sevilla.
Alevín 5º Primaria
Highlands School Sevilla.

En el fútbol como en la vida…

… El día que tus alumnos y familias hacen un ejercicio de responsabilidad y asisten al partido a pesar de todas las dificultades.

… El día que un alumno tuyo hace de árbitro y hasta los rivales aplauden y lo felicitan.

… El día que nuestro portero para el primer penalti de su vida y su madre esta ahí, justo detrás para grabar y disfrutar de ese momento.

¡Javier Medina!

… El día que un jugador de los nuestros es capaz de hacer un gol desde el centro del campo y va corriendo a dedicarle el gol a su madre que estaba en la banda.

… El día que el rival felicita a todos nuestros jugadores pues han demostrado que competimos hasta el final.

… El día que nos vamos con una sonrisa en la cara a pesar de anotar menos goles que el rival, pero con la satisfacción de haber dado el máximo de sus posibilidades.

Hoy es el día… en el que hemos aprendido que se puede ganar en un partido de fútbol más allá del resultado que dice el marcador…

¡Que bonito es el fútbol!

¿Cómo se convence al jugador?

   Es importante partir de la idea de que crecer es abrir la puerta al atrevimiento y este es el oficio del manejo del balón, así que bajo mi punto de vista es la mejor manera de crecer como jugador. Desde una idea de EQUIPO, por encima de todo, ya que sino estariamos jugando a otra cosa bien diferente…

… El juego combinativo es sólo un medio, al igual que otros, cuyo objetivo es exactamente el mismo: marcar el mayor número de goles, hacer las máximas ocasiones de gol posibles y evitar las acciones amenazantes del rival, donde la CREATIVIDAD debe estar presente en todos los jugadores y eso tiene que ver con el ATREVIMIENTO y la PASIÓN.

    Convencer al jugador es muy fácil, ya que por encima de cualquier otro incentivo está el saber que estas mejorando día a día. Cuando lo sientes, te activas de tal manera que no puedes parar.

    Personalmente no hago nada más para motivar a mis jugadores, ya que todo lo hace el proceso de MEJORAR.

“La fórmula de la felicidad”.

«La vida os irá llevando. Cada uno irá tomando sus propias decisiones. Habrá cosas que no dependen de vosotros, pero sí que hay algo que depende solamente de ti, y es la actitud que tengáis ante la vida»

Actitud

«Víctor Kuppers es un orador magnífico. Alguno lo conoceréis y le habréis escuchado muchas veces. Voy a usar algunas frases suyas para explicar un poco más la idea anterior. Víctor concreta en una fórmula matemática el valor de una persona. V=C+H*A. La ‘C’ son conocimientos, la ‘H’ habilidades. Esto es lo que soporta el colegio, la carrera, los idiomas, los másters, la experiencia laboral… muy importantes en vuestra vida. Cuanto mayor sean estos mandos, más crecerá vuestro valor. Pero ¿qué es la ‘A’? La ‘A’ es la actitud, mucho más importante que la anterior. Porque las otras suman, pero esta multiplica».

«La diferencia entre el crack y el mediocre no está ni en la ‘C’ ni en la ‘H’, está en la ‘A’, en la actitud. Tú no eres una persona grandísima, que lo eres, por tus conocimientos, por la experiencia, por la carrera, sino por tu manera de ser. Por cómo eres. Todas las personas fantásticas tienen una manera de ser fantástica y viceversa. Yo no digo que la ‘C’ y la ‘H’ no sean importantes, lo son y mucho, no hay nada peor que un inútil motivado. Pero se dan por supuesto que todos vosotros las tendréis, pero la ‘A’ es la clave».

«Luchar todos los días»

Para concluir el mensaje, decía: «Ser personas con una actitud positiva, magnánima, alegre, servicial, agradecidos, solucionadores de problemas, empáticos, con iniciativas. Afrontar la vida con sentido positivo, la vida es cómo es, no como queremos que sea».

*Líneas de Miguel Pérez García.

“El fútbol es como la tierra”.

Del mismo modo que el hombre fue abandonando progresivamente el campo por la ciudad, el fútbol ha experimentado un cambio similar. Hoy en día, este juego anda lleno de “planificadores” y carente de “campesinos” porque se ha extendido la tendencia de que el fútbol es una actividad que debe planificarse meticulosamente desde arriba en vez de contemplarlo como un terreno fértil que ha de cultivarse de forma artesanal.

El fútbol posee una ecología dinámica, no estática, en la que intervienen elementos imprevistos y dificilmente controlables, al igual que ocurre con las labores de la tierra, como bien sabe cualquier campesino. Por el contrario, los planificadores entienden el juego como un sistema cerrado donde cada posición y cada función se relaciona de forma lógica con los demás sin tener en cuenta que un equipo es un ser vivo y, por lo tanto, proclive a ser afectado por innumerables factores no planificables. El campesino sabe por experiencia que no hay dos cosechas iguales y que circunstancias distintas de agua, aire o sol producirán plantas y frutos diferentes, por más que las semillas plantadas fueran en origen similares entre sí. En el fútbol ocurre igual: la circunstancias modifican la evolución de un equipo, sus rendimientos competitivos y, finalmente, condicionan de manera sustancial sus resultados.

La tierra nos regala una lección diaria sobre el sentido de la vida: no es “diseñable” por más empeño que pongan especialistas en planes directores, sino que merece ser cultivada con la flexibilidad del campesino, capaz de interpretar por dónde soplará el viento antes de cada cosecha. El fútbol es exactamente igual: terreno fértil para aquellos entrenadores con la mente abierta del campesino tenaz; y al mismo tiempo, terreno estéril para aquellos que lo interpretan sólo como una materia planificable.

Martí Perarnau.

“Ganas de JUGAR, ganas de GANAR”

En el mundo del futbol donde se habla de tantos parámetros cuantificables para el rendimiento deportivo, ha quedado en el olvido lo más importante que cualquier deportista pueda tener sea cual sea su especialidad. Las ganas de jugar y las ganas de ganar.

Cuando hablo de ganas de jugar es mostrar interés por todo lo que rodea la actividad de la que estemos hablando (en este caso el fútbol), ya sea antes, durante y después de entrenamientos y/o partidos. Ejemplos miles, desde preparar el macuto un dia antes y revisar que va todo lo necesario, limpiar las botas para que estén relucientes, mostrar interes por el descanso y la alimentación, etc. ¿Obvio? Pues si, pero paradójicamente más difícil de observar cada día a pesar del aumento sustancial de jugadores y partidos de competición. ¿El motivo? Jugar al fútbol está socialmente bien visto pero no todos quieren jugar al fútbol.

Y por supuesto, las ganas de ganar. Si la primera letra en el “ABC” del fútbol son las ganas de jugar, la segunda y no menos importante son las ganas de ganar. Esto no significa hacerlo a toda costa y contradecir los valores del deporte, sino todo lo contrario, buscar constantemente herramientas y situaciones propias del deporte con mis compañeros de equipo para imponerme al rival. Ahí radica el éxito de la “fórmula mágica” de nuestro deporte, la colectividad.

Ganas de jugar y ganas de ganar, un binomio inseparable cuyo resultado sabe todo el mundo: la educación deportiva.

No intentes llegar al final sin haber comenzado. El “ABC” del fútbol…

Fdo. Salvador de la Cerda

¿La clave?

Jose A. Gomez Iglesias. “Con un cassete y un boli bic”. 2018

La clave es poner todo el corazón en las cosas que haces. Si eres capaz, las cosas llegan solas. Y si no, siempre estarás feliz por haberlo intentado. La ILUSIÓN se multiplica.

Parece fácil, pero no lo es tanto. Por desgracia, hay demasiadas personas que no pueden ponerlo porque no tienen. Tan triste como cierto.

Las cosas más bonitas salen así, solas.